-Miedo, ¿no?
+Sí, bueno, más bien digamos pánico.
-¿Porqué?
+Por todo, lo quiero hacer tan bien que no sé por dónde empezar.
-Mira te voy a dar un consejo: No pienses. Vive el hoy, el mañana ya llegará y el ayer ya se fue. No sabes hasta donde va a llegar esto, ni siquiera sabes si funcionará. Pero ¿y qué? Cuánto más pienses peor lo harás y lo más grave será que no lo habrás disfrutado como te mereces. Comete mil locuras con él: piérdete cuando todo el mundo te busque, bésale de la manera más pasional, cógelo de la mano y no lo sueltes nunca, quiérele como se merece pero lo más importante es que tú te dejes querer sin miedo porque sino vuestro barco se hundirá antes de partir.
+Ya…supongo que tienes toda la razón del mundo.
-Sí, la tengo.
Pasaron los días y ella se dio cuenta que se merecían una oportunidad por todo lo vivido y aunque no sepa lo que les deparaba el futuro haría todo lo posible porque su historia fuera inolvidable.
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