viernes, 29 de abril de 2011

Duele hacer daño.

Era la hora. Se está acercando el momento de ser sincera. Si, de ser sincera con él y conmigo misma. Se lo debía. No se merecía mi engaño, asique tenía que decirle la verdad. Me estaba mordiendo  las uñas cuando lo veo entrar por la puerta de la cafetería, justamente donde habíamos quedado. En la mesa de siempre, tomando lo de siempre y con la compañía de siempre.  Lo veo entrar y me levanto y lo saludo, pero no como a un amigo sino como algo más (como lo que era).

-Cariño, siento mi retraso. Pero es que había mucho tráfico. ¿Qué era eso tan importante que tenias que decirme?
+Tenemos que hablar.
-Que mal me suena eso. ¿Qué ha pasado?
+ Haber es complicado de explicártelo y yo entendería perfectamente que no quisieses saber nada más de mí una vez que me escuches.
-¿Qué hiciste?
+ Haber, la última noche que salí me encontré con un antiguo amigo. Y claro… yo tenía unas copas demás y  empezamos a hablar del pasado y … sin querer lo terminamos recordando. Pero, no fue nada importante, en serio.
-¿¿¿Me estás diciendo que estuviste con otro chico mientras estabas conmigo???
+ Si, bueno… pero no fue nada. Además yo te quiero a ti. Él no es nada. No te puedo negar que nunca lo fuese, pero para mí ahora el único importante eres tú.
-Ahh, que bien. Pero ¿pensabas en mi mientras te lo follabas?
+Bueno… es que…
-Es que nada. Luego se quejan las mujeres de que los hombres perdemos la cabeza a la primera de cambio. Pero vosotras perdéis las bragas  como si nada. Pero lo que más me jode, es que ahora ya sé cómo se sienten esas mujeres engañadas. Porque aunque no lo creas yo te quiero.
+Y yo joder, y yo. Pero soy humana y tengo errores, ¿vale? Lo siento.
-Te puedo asegurar que yo también lo siento. Pero necesito tiempo, porque me conozco y sé que no lo olvidaré- se acercó a mí, me dio un beso en la frente y se fue.

Desapareció entre mis ojos anegados de lágrimas. Pero no le pude decir adiós. Además,  no quería decir adiós. Porque de nuevo de daba cuenta de todo lo que lo quería y quiero una vez que lo perdí. Así que ya era demasiado tarde, el daño estaba hecho. Y sabía que la herida que le había hecho yo nunca estaría cicatrizada y siempre que yo estuviera cerca esa herida se volvería a abrir.( Lo sabía porque yo había tenido esa herida, si la misma que yo le hice a él).

lunes, 25 de abril de 2011

Te diré adiós, antes de decirte hola.

¿Nunca sentiste que te estabas equivocando?  Si, esa sensación de esperanza, ilusión y junto a ella tristeza. Yo rara vez la sentí, pero ahora lo estoy haciendo. Siento que si salí de una mala, me estoy metiendo en otra peor. Pero esta vez algo va a cambiar, no me confundiré, no permitiré que él llegue a un lugar donde luego me sea complicado sacarlo. Esta vez soy yo la que tomaré distancias, la que pondré una barrera, la que no permitiré que se instale en ningún lugar de mi cuerpo. Aún no estoy preparada para volver a sufrir, necesito recuperarme de mi dolor, y volver a reconstruir mi corazón (que aún está en proceso). Si, para que esté preparado para que lo partan otra vez en mil pedacitos. Porque al fin y al cabo la vida es esa mezcla explosiva de alegría que más tarde producirá dolor. Podríamos decir que es como una gran montaña rusa, donde primero hay grandes momentos donde la adrenalina nos sube y luego vendrá la tristeza de que estos momentos desaparezcan.

jueves, 21 de abril de 2011

El porqué de amar.

¿Cuál es la verdadera razón de amar? A día de hoy es una de las preguntas que más se hace la gente y a la que menos respuestas encuentran. Y yo que no soy menos, también me la hice. Y creo que ya sé cuál es la razón. Una parte importante es el hecho de sentirse querido, lógicamente, esa necesidad que tenemos TODOS los seres humanos ya sea en menor o mayor medida de sentir que a otra persona le importamos, que daría su vida por nosotras, que piensa más en nosotros que no en ella misma. Y otra de bastante peso es el hecho de dar amor, de querer, de sentir que vivimos gracias a alguien, de sentir que esa persona es nuestra vida. Pero la verdadera razón es la soledad. La soledad es la falta de compañía, la necesidad de comunicarse con otra persona. Y ¿Qué mejor manera de hacerlo sino es amando? Ninguna, amando consigues comunicarte de la manera más sencilla y fácil. Ese miedo de sentirte sola cuando amas y te aman desaparece. Porque sabes que si te caes, él te levantará. Si lloras, él te dejará su hombro. Si necesitas un abrazo, él te dará ese y mil más. Si necesitas desahogarte, él te escuchará. Amar es la seguridad de saber que jamás estarás solo. Él se terminará convirtiendo en la razón de tu existencia y de tu sonrisa y en el compañero de  tu vida, ese mismo que ahuyentará a la recelosa y odiada soledad.

domingo, 17 de abril de 2011

Te Quiero.

Te lo podría decir gritando, tarareando, cantando, deletreando, bailando, corriendo, saltando  y de mil maneras más. Pero yo me puede definir por ser la persona más rara que te puedes cruzar en la calle. Y ¿sabes cómo me gustaría decírtelo?  Me gustaría susurrártelo al oído, en mi cama, para que fuera un secreto entre tú y yo (da igual, al mundo que le jodan). Si,  mientras hacemos el amor como dos posesos, mientras nos amamos como dos enamorados, mientras perdemos la poca cordura que nos queda al querernos.  Sería el momento perfecto. Porque antes ya era perfecto y especial el decirle Te Quiero a alguien. Pero hoy en día un te quiero ya no es nada. Y es que nadie se da cuenta: que el caso no es decirlo sino sentirlo con todas sus virtudes (cariño, ternura, alegría…) y contradicciones (dolor, lágrimas, miedo…). Que querer puede ser lo más bonito de este mundo o lo más doloroso. Pero yo, el querer, no lo cambiaría por nada del mundo. Porque quien no quiere no siente. Y quién no siente, no vive. Y yo si estoy aquí, es para vivir al 100%. Así que lo siento, pero me ha tocado QUERERTE.

viernes, 15 de abril de 2011

Adiós amor.

Desde que te conocí mis manos solo han sabido escribir, exclusivamente, por y para ti. Pero me he cansado sí, me harte. Mi paciencia se ha agotado y eso que tú has llenado un mundo entero de mi agotada y escasa paciencia solamente para gastarla contigo (o eso parece)  A partir de ahora escribiré sobre mi futuro (en el que tú no estás), sobre mis ilusiones nuevas, mis ganas de probar y disfrutar de cosas nuevas, pero sobre ti me permitiré escribir lo mínimo. Solamente escribiré sobre ti cuando mis ojos no puedan contener más lágrimas, cuando tenga un nudo en la garganta que no me permita hablar o cuando el aire me falte para vivir. Ahí, solo y exclusivamente ahí, permitiré que mis manos se pongan a escribir sin ninguna norma. Pero por ahora tú, quedas prohibido en mi vida, en mi pensamiento y en mi corazón. Sí, sé que lo conseguiré porque yo merezco ser feliz y contigo no lo seré. Adiós.

miércoles, 13 de abril de 2011

Te hecho de menos.

Te echo de menos. Si, aún lo sigo haciendo. Sé que parece una locura, pero a mí me da igual porque mi añoranza por ti no va  a desaparecer. Después de tanto tiempo aún se me pone un nudo en la garganta cuando pienso en ti. Y aún  me pican los ojos cuando me acuerdo de tus besos. Y aún sonrío cuando me parece olerte.  Aunque reconozco que va por temporadas, y menos mal. Pero lo peor no es que me emocione con cada uno de tus recuerdos. Lo peor es que me arrepentiré  toda la vida de permitirte llevarme junto a ti. Si, de dejar que me hundieras contigo en tu mierda de pozo. Porque, reconozco que antes de que llegases a mi vida no era completamente feliz. Pero tú te tomaste la libertad de aparecer con tu atrayente alegría y desaparecer con mi corazón entre tus manos. Y, justo ahí yo empecé a ser infeliz. Sí, desde ese mismo instante ya no he vuelto a ser la misma porque he viajado con tu recuerdo a cada lugar que he ido. He intentado olvidarte de todas las maneras posibles, y lo cierto es que algo si he avanzado, ya no me pongo a llorar cuando veo una foto tuya, algo es algo. Pero no hay un solo día de mi vida desde que desapareciste que no me acuerde de ti. Y creo que por fin he encontrado mi problema: desde el primer instante en el que tome la decisión de olvidarte me  confundí en el sistema de búsqueda de soluciones. La única solución que me queda por probar es que un día cualquiera, a una hora cualquiera por una coincidencia nos encontremos en medio de la calle. Y te preguntaré con total normalidad: - ¿No me echas de menos?  Porque yo no hay día que no piense en ti. Y en serio que no lo entiendo, porque fuiste un cabrón de los pies a la cabeza, pero tengo que admitir que me vuelves loca. Y con el mismo morro que te lo soltaré sin decirte un insignificante hola me iré. Si corres detrás de mí aunque solo sea para pedirme alguna explicación me dejaré llevar y confiaré en lo que nos tenga preparado  el futuro. Y si te quedas como un imbécil viendo como me alejo: lo siento pero has perdido a la mujer que posiblemente te podría haber hecho muy feliz.

martes, 12 de abril de 2011

Juego peligroso

- Te hecho de menos ¿sabes?
+ Ahh, pues no te preocupes que ya estoy de vuelta
- Cierto, por suerte para mi. Ahora tengo que recuperar todo el tiempo perdido sin ti.
+ ¿Cómo lo harás?
- Pues te besaré todos los días  y a todas las horas, te diré que te quiero, que te necesito, que te añoro cuando no te tengo junto a mi . . .
+ ¿Solo eso?
- No, haré una última cosa y la más importante: Haré que te enamores de mi hasta las trancas.
+ ¿Qué?
- Si, provocaré que te falte el aire cuando no estés a mi lado, que solo mi olor te haga temblar y con un beso mío se te pare el mundo...
+ Estás loca, pero ya me estás empezando a enamorar- se rió
- Si, lo admito pero lo estoy por ti.- susurró ella, pero él ya no la escuchó.


Él la atrajo hacia si y la empezó a besar. Realmente si pensaba que era una locura porque él jamás se podría enamorar. Lo del amor no iba con él, bueno o eso pensaba. Pero ese juego le hacia gracia y tenía que reconocer que le encantaba.

domingo, 10 de abril de 2011

Tan simple como tú.

Él se fue corriendo hacia casa de ella  y llamó a su puerta. Ella le abrió pensando que era otra persona.

- Tú… pero ¿qué haces aquí?

+ Si me escuchas te lo agradecería, será solo cuestión de dos minutos.

- ¿Otra vez? ¿Otra vez me contarás un precioso cuento, verdad? Pero cuando aparezca ella y te diga ven, tú dirás vale. Y ¿yo?  Yo nada, me dejarás tirada como siempre. Y no estoy dispuesta a que me hagas daño otra vez, me niego. Así que sal por dónde has venido y olvídame que es justamente lo que llevo intentando yo desde que tú te fuiste.

+ Espera. Tienes razón en todo lo que me has dicho pero escúchame por favor…

- ¿Para qué? Porque sea como sea yo nunca seré ella, así que vete. Lucha por lo que sientas por ella y húndete tú solo en tu propia mierda pero ni se te curra hundirme otra vez contigo, porque te recuerdo que ya lo hiciste una vez.- le dijo gritando. 

A continuación le cerró la puerta en las narices, pero él puso en pie y le dijo en un susurro:

+ ¿Sabes? Mentiría si dijese que no puedo vivir sin ti, que eres como el sol que ilumina mi vida, que tú eres la única que me importa…

- Pues por eso sin mi puedes vivir pero sin ella no, así que corre a por ella.

+ Te equivocas, sin ella también puedo vivir. Además se da la casualidad que sin ella QUIERO vivir, pero sin ti NO quiero.

- ¿Qué?- lo miro sorprendida, y ya sin hacer presión en la puerta.

+Que te quiero y eso no lo cambia ni ella ni nadie. Además hay diferencias entre tú y ella: Ella es mi pasado y mentiría si te dijera que no es mi presente, pero se da la casualidad que no quiero que sea mi futuro. Y tú no eres mi pasado pero si eres mi presente y en mi futuro solo te quiero a ti.

Ella se tiró a sus brazos y cuando lo beso supo que no existiría más la otra en el corazón de él. Y en su mundo solo pasó a haber una única mujer: Ella

sábado, 9 de abril de 2011

Perdida

- Estoy hecha un lío...
+ ¿Por qué?
- Porque estoy perdida. Y eso, lo odio. 
+ Pues para mí eso no es malo...
- Explícate…
+ Pues que no es malo estar perdida y no saber lo que quieres. Porque cuando te pasa eso no esperas nada de nadie: No tienes ganas de que ese chico, el que te gusta, te haga ninguna declaración de amor, ni que te regale algo, ni que te diga ``te quiero´´, ni que te trate como una princesa, ni que te diga que para él eres la mejor del mundo…
- Pues yo no pienso eso. Estoy perdida y no sé lo que quiero, bueno mejor dicho no sé a quién quiero. Porque yo lo que quiero si lo sé, todo lo que has dicho antes, ¿sabes? Eso todo es lo que yo quiero.
+ Entonces no estás tan perdida. Pero mira piensa en positivo. Si no sabes a quien quieres no sufrirás, porque no tendrás esa ilusión de que ÉL también te elija, simplemente estarás a la espera de que aparezca algún chico interesante y entonces… ¡ZAS! Probarás, disfrutarás de él y luego elegirás si encontraste a ese chico o tu búsqueda tendrá que continuar…
- Bueno es una manera de verlo… Vamos que lo que tu consejo sencillamente es que lo pase bien mientras espero a que ÉL aparezca ¿no?
+ Si más o menos..
- Me gusta .

miércoles, 6 de abril de 2011

Distinto.

Era un día de primavera, hacía calor de verano y sin embargo el cielo era oscuro como el invierno. Era un día extraño, poco común. Pero a ella le encantaba. Ese día probablemente si él se le hubiera cruzado por el camino, se habría tirado a sus brazos. Y le habría dicho todo lo que sentía de sopetón, así sin más, no  haría falta siquiera que él le preguntará que tal era su vida, desde que él ya no estaba en ella. Porque si a la mayoría de la gente la noche le confunde, a ella le confunde las altas temperaturas. Los días en los que se siente extraña aunque para el resto del mundo sea un día corriente de semana, ella está dispuesta  a cometer la mayor de sus locuras.

Además, últimamente su vida es extraña porque no sabe nada. No sabe si tiene que luchar o si simplemente tiene que disfrutar. Si solo necesita un amor de una noche o si necesita que aparezca el amor de su vida. Si ese chico es uno que aún le queda por conocer o si es un chico al cual ya conoce. Si quiere besos apasionados  llenos de amor o  si quiere besos pasionales llenos de deseo y puro placer. Si necesita tener una noche loca donde hago el amor con ese chico o simplemente practique sexo sin compromiso con ese chico, que tan de moda está últimamente. Realmente no sabe nada, es que es más, ni siquiera sabe al chico que se refiere, el mismo que la besará y el mismo con el que ella se acostará. No tiene la menor idea, pero lo mejor de todo es que no le preocupa. Porque cuando el chico adecuado para el momento que está viviendo aparezca, ella lo sabrá. Saltará el sexto sentido y le dirá: `` Es él´´ Quizás lo tenga delante de sus narices o quizás no.

Ahora solo queda esperar y mientras tanto disfrutar el tiempo de espera, sin desesperarse mucho.

martes, 5 de abril de 2011

+ Escúchame. Lo que te pasa no tiene ninguna explicación coherente ni racional. Pero, no te rompas la cabeza en pensar y  pensar porque  jamás encontrarás la respuesta deseada.
- ¿Jamás?
+ Sí, jamás. Simplemente sabrás la respuesta una vez que reconozcas que él aún te importa y que no es indiferente ni para tu cabeza pero sobre todo no es indiferente para tu corazón. Además no encontrarás ninguna explicación hasta que encuentres una solución, pero para eso es esencial que reconozcas que el aún ocupa un gran hueco en tu vida, incluso me atrevería a decirte que aún lo quieres.
- ¿Tú crees?
+ No, no lo creo estoy segura. Así que más vale que te llenes de valor y asumas tus sentimientos.
-¿Solo tengo esa opción?
+Si, si realmente quieres avanzar y superar este bache en tu vida. Es tu única salida.
- Vale...
+ Pues adelante, te falta tiempo para empezar.

lunes, 4 de abril de 2011

- Me voy a dormir.
+ ¿Tan pronto?
- ¿Como que tan pronto? Para mí no es pronto, es más yo diría que es tarde. 
+ Pero qué dices. Como va a ser tarde si son las nueve de la noche.
- Ya, pero hoy mi día ha sido extremadamente largo. Así que me meteré debajo de mis sabanas. Pensaré, lloraré y finalmente hundida por el agua de mis lágrimas recuperaré ese sueño que tanto anhelo.
+ Buenas noches.
- Lo serán, si aparece él.

domingo, 3 de abril de 2011

Siete años.

Hoy es un día para recordar. Cada tres de abril me acuerdo de ti, bueno para que engañarme de ti me acuerdo todos los días. Pero especialmente cada tres de abril después de tu partida. Cierro los ojos y me acuerdo de ti, de como eran tus manos, tu sonrisa, tu olor, tu cara... Y es que simplemente quería decirte que tú jamás desaparecerás ni de mi corazón ni de mi cabeza. 


Te echo de menos.

sábado, 2 de abril de 2011

Recorrería el infierno,
si supiera que al final te consigo.

Al fin y al cabo, sería la única solución para poder continuar.