miércoles, 23 de noviembre de 2011

Hoy me apetecería comerte a besos. La ropa sobraría y el espacio que nos separase, también. Te tumbaría en la cama y estaría un buen rato mirándote sin tocar un centímetro de tu piel, memorizando cada uno de tus lunares y tus cicatrices. Comenzaría  por darte un beso en la mejilla, como si no nos uniese más que una simple relación de amistad y terminaríamos pegados como si el espacio no existiera. Luego seguiríamos tumbados en la cama riéndonos de la cosa más estúpida que se nos cruzará la cabeza, como los dos sabemos hacer. Seguiría con el mejor de nuestros pasatiempos, darnos besos sin razón y con los ojos cerrados a recorrer con mi boca cada poro de tu piel. Pero una cosa es lo que yo quiero y otra muy distinta es lo que puedo. Pero ¿sabes que es lo que más me gusta de ti y de mí? Que cada vez somos más nosotros y que aunque hoy no pueda, no pasa nada, porque tengo muchos más días para disfrutar de ti como a mí más me gusta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario