+ Tengo mariposas en el estómago cuando pienso en él. Mis amigas se han hartado de escuchar su nombre a todas horas. Cada vez que me habla, me sale esa sonrisilla inocente de niña de quince años. Me pongo nerviosa y me duele el estómago cuando sé que lo voy a ver. No sé qué me pasa, pero me da miedo…
- Es lógico que te dé miedo, pero tranquila no eres la única que está así.
+ Pero es que… no entiendo el porqué.
- Yo sí, te lo explicaré fácilmente. Está clarísimo que lo que tú tienes es un principio de enamoramiento, como lo tienen millones de personas en el mundo.
+ ¿Qué? ¿Y cuál es la medicina contra eso?
- Dejarte llevar pero no te puedo asegurar que te quité el dolor al final, lo siento.
+ Pero, ¿por qué?
- Eso no depende de la medicina que utilices contra el amor. Solo depende de ti y de él, de vosotros.
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