lunes, 7 de febrero de 2011

Miedo de volver a los infiernos.

Miedo de volver a querer. Miedo de que me falle. Miedo de que me duela. Miedo de que desaparezca. Miedo a besarlo. Miedo a sentir. Miedo a abrazar. Miedo de volver a llorar. Miedo de volverme a ilusionar. Miedo al engaño. Miedo a mil y una cosas más. Menos miedo a arriesgar. Y sin ese miedo, curiosamente ya está todo ganado. Ya has dado el paso más complicado. Es cierto que no te eliminará el dolor, si éste tiene que llegar. Y el sentir miedo en el fondo no es malo. Incluso nos hace más fuertes. El simple hecho de aprender a convivir con él, nos hace ser un poco más valientes. Así que no creáis que por el hecho de sentir miedo sois inferiores. Os equivocáis. El miedo es un sentimiento tan humano como el amor. Y para desgracia nuestra casi siempre van unidos. Pero no os asustéis. Os aseguro que sentir miedo no es malo. Lo malo es no vivir por temor al propio miedo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario