sábado, 21 de mayo de 2011

Hasta ahora no había encontrado el porqué, mi porqué. La causa de tu adiós sin explicación. El adiós de mis miradas fugaces, de mis sonrisas inocentes, de mis besos fugaces, de mi ilusión. Ahora lo entiendo, por fin. Siempre busqué culpables cuando no los había y explicaciones que solo me sabría dar el tiempo. Simplemente, yo no soy lo que buscabas y tú no eres lo que esperaba. Creo que son conceptos distintos sobre lo mismo (y está claro que eso no tiene ni soluciones ni explicaciones y mucho menos culpables)

Ya nada volverá a ser como antes

No hay comentarios:

Publicar un comentario